El verano del 2006 Adán tenía año y medio, le montamos en un avión y nos marchamos rumbo a Malta. Malta es un país independiente formado por un archipiélago que comprende varias islas, pero las más conocidas son Malta, Gozo y Comino. Se encuentra situada en el mediterráneo, al sur de Sicilia y al norte de Libia. En la república de Malta se habla el maltés y el inglés como lenguas oficiales, aunque una gran parte de la población habla o entiende también el italiano.
Por la edad de nuestro peque buscamos un destino familiar y acabamos en un pueblo tranquilo en la bahía de Mellieja, se trata de una zona pesquera situada en una de las mejores zonas de playa de la isla de Malta. Al estar situada en una bahía sus playas son tranquilas, ideales para familias. Escogimos una zona que no estaba muy explotada turísticamente por lo que la mayoría de la gente que bajaba a la playa eran malteses con sus mesas, sillas y tenderetes dispuestos a pasar todo el fin de semana en la bahía, me recordó tanto cuando de chiquitita iba con mis padres a la playa…
Ya solo por esto merece la pena viajar a esta isla mediterránea, pero además tiene tanto por ver, eso sí, no nos atrevimos a alquilar un coche porque en Malta se conduce por la izquierda, así que cogimos un autobús para visitar la capital, la Valletta, eso sí que es una experiencia que disfrutareis toda la familia, son unos preciosos cacharos amarillos sacados de otra época, y circulan sin cerrar siquiera la puerta, y no es que no tenga otros buses más actuales pero es que son un atractivo más de la isla.
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