Sopa de miso con sésamo y tofu

Ya sabéis que me encanta viajar y además siento una especial predilección por oriente, solo pensar en algún país asiático y me relajo, normal ya que de Asia viene el Tai Chi (que he practicado durante 4 años) o el Yoga. 

Sin embargo nunca me he sentido atraída por la gastronomía japonesa, pensaba en Japón y solo imaginaba sushi y pescado, estos días he decidido investigar un poco y he visto cuan equivocada estaba. 

Esta semana os voy a preparar un menú japonés de tres platos pero no hay postre, en Japón el azúcar se utiliza como condimento de platos salados. Vamos a por el primer plato, la sopa.

Ingredientes:

50 gr de semillas de sésamo

1 litro de agua

Unas hojas de alga kombu

250 gr de tofu sedoso (como el que os enseñé a preparar)

4-5 cucharadas de miso (en herbolarios, es un derivado de la soja)

Elaboración:

Lavamos las algas bajo el grifo y secamos con papel de cocina para quitar la sal que pueda llevar. Una vez limpias las ponemos en el agua y dejamos media hora de reposo para que se rehidraten. Una vez transcurrido este tiempo, ponemos el agua y las algas en una cacerola y los llevamos a ebullición, cuando rompa a hervir quitamos las algas (solo queremos su aroma).

Por otra parte preparamos el sésamo, lo machacamos en un mortero hasta que empiece a ponerse un poco pegajoso. Si lo trituráis en un robot de cocina dejadlo un poco basto. Preparamos el tofu, lo desmigamos con las manos si es suave, si es firme lo machacamos con un tenedor.

En la cacerola, que tendremos hirviendo vamos poniendo poco a poco el tofu y el miso, removemos para conseguir que se disuelvan tanto como podamos. Incorporamos la pasta de sésamo y removemos bien hasta integrarla. Cuando valla a romper a hervir la retiramos del fuego.

La servimos adornada con un poco del verde de una cebolla tierna cortado en rodajas finitas. Aunque sea una sopa 100% vegetal, nutricionalmente es un plato completo y saludable. Esta es mi versión vegetariana, los japoneses preparan el caldo base no solo con algas, también le añaden katsuobushi, que son virutas de bonito seco. A los no vegetarianos se la presenté con unas poquitas gulas (previamente salteadas con ajo y chile) para darle un ligero toque a pescado.