Yogur de soja hecho en casa

Yogur y otras leches fermentadas {Ventanas verdes}

Ya estamos aquí con receta, en esta ocasión para un nuevo reto de ventanas verdes, nos propusimos hacer yogur casero pero no íbamos a preparar todas lo mismo, al final nos pusimos de acuerdo para hacer yogur convencional, con otras leches, con bebidas vegetales o con otros fermentos como el Kéfir de Ajonjoli, creo que ha quedado un reto muy completo en cuanto a la elaboración y la variedad espero que os guste, de momento yo os dejo el que he preparado con leche (bebida) de soja.

Hace un tiempo preparé yogur de leche de vaca partiendo de un yogur, podéis verlo aquí, en esta ocasión quería hacer uno vegetal y comenzar el proceso desde el principio, el ingrediente fundamental es el lactobacillus acidophilux (además de la leche claro), esta bacteria se puede comprar con facilidad en la farmacia ya que se utiliza para reforzar la flora intestinal cuando hay algún trastorno en esta. Compré un botecito en la farmacia aunque la farmacéutica no estaba muy segura de que me fuera a servir para lo que quería y qué razón tenía, no lo conseguí, lo probé con leche de soja, se notaba un poco la acidez propia del comienzo de la fermentación pero no cuajo, el preparado contiene lactosa, que es de lo que se alimenta la bacteria pero no debe ser suficiente.

No me rindo con facilidad, en el herbolario me consiguieron un preparado para hacer yogur, éste preparado además de contener lactobacillus también lleva streptococcus (bacteria ácido láctico) por lo que solo hay que añadir la leche (o bebida vegetal) y es tan sencillo como partir de un yogur, solo hay que tener cuidado con la temperatura a la que añadimos el preparado, no queremos matar a las bacterias que originaran nuestro delicioso yogur, rico, rico, de verdad :)

Yogur de soja

1 litro de bebida de soja

1 sobrecito de preparado para yogur (lactobacillus + estreptococcus)

1 termómetro

Elaboración:

Calentamos la leche de soja y la retiramos del fuego, necesitamos una temperatura que no supere los 46° (si no tenéis termómetro, esa temperatura al tacto es caliente pero sin llegar a quemar), incorporamos el preparado en polvo, removemos, distribuimos en vasitos de cristal, que habremos dispuesto en una bandeja y que una vez rellenos taparemos con paños de cocina o una toalla para que conserven el calor. Dejamos reposar en el horno apagado, previamente calentado a 50° (la temperatura mínima del mío) o bien aprovechando el calor residual después de haberlo usado para otro plato. El tiempo de reposo es de 8 horas aproximadamente. Una vez pasado el tiempo de reposo, los sacamos del horno, los tapamos con plástico de cocina individualmente y los dejamos reposar toda la noche en la nevera, por la mañana tendremos un yogurt de soja delicioso para desayunar.

Si la temperatura del horno es superior podemos matar a las bacterias si es insuficiente (yo probé a dejar cuajar uno a temperatura ambiente) se separa el suero de la leche y queda menos espeso.

No dejeis de visitar a mis compis de Ventanas verdes, seguro que encontrareis una receta de yogur a vuestra medida.