Carrot cake { Bizcocho de zanahoria y nueces }

¿Disfrutando del lunes de pascua? hemos tenido una semana estupenda, el tiempo primaveral nos ha permitido disfrutar de alguna escapada al campo y también del patio de casa. En días como estos aprovechamos para ir al vivero y preparar nuestro jardín de aromáticas para disfrutar de ellas todo el verano.

El peque y yo nos pusimos de pintura hasta las cejas, más bien hasta su nariz, para dar un toque de color a un banco de madera que tenemos fuera. El mayor prefirió que encendiéramos el horno para volver a preparar este bizcocho, el que veis lo hice una semana antes y le gustó tanto que lo repetimos. Alguna cosa más horneamos pero ya os lo enseñaré otro día.

Y ahora vamos con la receta, no se trata de un carrot cake convencional sino de una adaptación del bizcocho de yogur. Este mes Memòries d´una cuinera nos pidió que hiciésemos nuestra versión del bizcocho de yogur, me hizo mucha ilusión porque fue la primera receta que hice cuando era una cría, teníamos la receta apuntada en un papelito guardada dentro de una cajita de levadura vacía, había otras pero esa era la única que me gustaba a mi. Ya entonces me costaba seguir las recetas la pie de la letra y esta fue una de las primeras adaptaciones que hice, bueno igual, igual no era, pero llevaba yogur, unas veces zanahoria otras nueces…

Carrot cake o bizcocho de zanahoria

2 zanahorias ralladas (140 gr)

50 gr de nueces peladas

1 yogur griego

½ media (del vaso del yogur) de aceite de oliva

1 medida de harina integral de espelta

½ medida de miel

2 huevos ecológicos

1 cucharadita de levadura química

½ cucharadita de canela molida

Sirope de arce y nueces para bañar el bizcocho

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180º

Picamos las zanahorias y las nueces, las ponemos en un bol. Añadimos los huevos, el yogur, el aceite, la miel, mezclamos bien. Tamizamos la harina con un colador (para evitar grumos) no desechamos el salvado que quedará en el tamiz, lo incorporamos junto con la canela y la levadura. Mezclamos todo y lo repartimos en moldes que habremos bañado con un poco de aceite de oliva. Ponemos en el horno durante 40 minutos, aunque dependerá del tamaño de los moldes, si son individuales necesitarán menos tiempo que si horneáis todo el bizcocho en una pieza. Estarán listos cuando los pinchemos con un palo de brocheta y salga limpia. Yo suelo apagar el horno un poquitín antes y dejo los últimos cinco minutos con el calor residual. Para que no se bajen al sacarlos del horno le doy la vuelta a los moldes sobre una rejilla hasta que se templan y puedo desmoldar.

Una vez desmoldado emborrachamos con una mezcla de sirope de arce y nueces partidas.

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