Rollitos de hummus de remolacha amarilla y lombarda

Me encanta los días soleados, que los arboles empiecen a llenarse de flores, que dan muchas ganas de salir a disfrutar del sol, ahora que no calienta y se deja querer. Pues eso, que con el buen tiempo apetecen comidas un poco más ligeras y como me gusta tanto el hummus he preparado una versión nueva con remolachas amarillas.

Me gusta colorear los platos de manera natural y pensé que el hummus quedaría amarillo con solo añadirle las remolachas amarillas, pero no, no tienen el mismo potencial colorante que sus primas rojas. Un poco de cúrcuma les ha ayudado ;)

Siempre suelo asar las remolachas al horno, para que no pierdan color y se concentré el sabor, pero estas las he cocido dentro de una bolsa de cocción después de embasarlas al vacio. Mantienen el color pero no se concentra tanto el sabor como haciéndolas al horno.

¿A ti tambien te gusta colorear la mesa de manera natural?

 

Hummus de remolacha amarilla y mantequilla de cacahuete casera

200 gr de garbanzos cocidos

2 remolachas medianas (amarillas)

½ taza de cacahuetes

1 cucharada sopera de tahine

1 cucharadita de cúrcuma (o menos)

Un chorro generoso de limón, ½ diente de ajo

Para servir: cacahuetes y semillas de sésamo blanco y negro. Hojas de lombarda.

Elaboración:

Preparamos las remolachas, las pelamos y troceamos para asarlas o cocerlas. Si las vamos a asar precalentamos el horno a 180°, ponemos los trozos de remolacha en una fuente de horno, añadimos un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal y pimienta. Tapamos con papel de horno para que se haga con su propio jugo. Dejamos hasta que esté tierna, unos 45 minutos.

Si la cocemos al vacio, haremos lonchas de 1 centímetro de grosor y embasaremos con la máquina del vacío en una bolsa para cocción (no para conservación), podemos mojar la remolacha con un poquito de aceite de oliva, sal y pimienta. Cocemos a 100 grados (es la temperatura en la que el agua borbotea, la que usamos siempre para cocer) hasta que esté tierna, unos 15 minutos. Si las quieres cocer sin bolsa no las peles, cuécelas enteras para que mantengan el color.

Mientras preparamos la mantequilla de cacahuete, para ello solo tenemos que ponerlos en el molinillo de café, le damos, paramos, removemos y así hasta que sea una pasta untable, son solo unos minutos.

Ponemos en el vaso de la picadora, los garbanzos, la remolacha, el tahine, la mantequilla de cacahuete, un chorrito de limón, otro de aceite, el diente de ajo picado y una pizca de sal. Trituramos hasta que quede cremoso, si está muy seco añadimos un poco de agua o de zumo de limón, aunque la remolacha ya le añade humedad.

Para servir, picamos unos poquitos cacahuetes, los espolvoreamos por encima del hummus, añadimos semillas de sésamo. Servimos acompañado de hojas de lombarda (quitando el nervio central) para hacer rollitos de hummus.

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