Galletas veganas de jengibre sin gluten

El otro día vi ese cortador de galletas y me lo llevé a casa, la verdad es que hace mucho que no hacía galletas y es una actividad que suelo hacer con los chicos, se lo pasan bien. La verdad es que disfrutan siempre que hacemos cosas juntos y eso es lo mejor de estas galletas, compartir tiempo con ellos y pasárnoslo bien aunque ellos al final no siempre se coman lo que cocinemos juntos ;)

Como el cortador tenía forma de hombrecito de jengibre las galletas están aromatizadas con jengibre y canela pero puedes aromatizarlas como más te guste. No tienen gluten, ni lácteos, ni azúcar y son veganas. Soy poco golosa y he utilizado poco sirope de arce, puede que necesites ajustar la cantidad, te lo indico en los ingredientes.

Sin gluten, sin lacteos, sin azúcar, sin huevo.

Galletas de jengibre

1 y ½ taza de quinoa

1 y ½ taza de frutos secos crudos

1 y ½ cucharada de jengibre en polvo

1 y ½ cucharada de canela en polvo

1 cucharada de chía y 4 de agua

2 cucharadas de aceite de oliva

4 cucharadas de sirope de arce

Pizca de sal

Elaboración:

En un vaso mezclamos la chía con el agua, dejamos reposar mientras molemos los frutos secos.

Molemos los frutos secos por tandas para evitar que se haga mantequilla, queremos que sea harina de frutos secos. Molemos la quinoa. Puedes utilizar el molinillo de café, la picadora o un robot de cocina, dependiendo del tamaño que tengo el utensilio podrás poner más o menos cantidad y acabarás antes. Yo he utilizado el molinillo de café y tarda poco en moler.

Una vez tengamos molidos los frutos secos y la quinoa empezamos a mezclar todo en un bol poniendo primero los ingredientes secos (frutos secos, quinoa, jengibre, canela y la pizca de sal) y después incorporamos los húmedos (aceite, la chía con el agua y el sirope). Yo he utilizado 4 cucharadas de sirope de arce pero soy poco golosa, puedes aumentar esta cantidad hasta doblarla si te gustan dulces.

Mezclamos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea, dejamos reposar media hora y estiramos con el rodillo. Cortamos la galletas con la forma deseada y horneamos a 180° (horno previamente precalentado a 200°) hasta que estén doradas. Dependiendo del grosor tardarán más o menos tiempo.

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