Este verano hemos estado en la
Azores, concretamente en la isla de Sao Miguel. Nos encanta Portugal (nuestra
querida España también of course), su gente tiene un carácter muy parecido al
nuestro y la diferencia de idiomas no es un obstáculo, con un poquito de
voluntad es muy sencillo entender el portugués y ellos también ponen de su
parte para entendernos, al fin y al cabo no somos tan diferentes :)
La isla es un vergel, para los amantes del verde, del treking o simplemente para familias que les gusta disfrutar de la naturaleza es un destino de 10. Casi no hay playas de arena pero no te faltarán zonas de baño, entre lagos, pozas y piscinas naturales.
De allí me he traído algunas cerámicas portuguesas y una piña, sí, me he traído una piña en la maleta, la desayunaba todos los días y tengo que decir que además de bonitas, son más pequeñas, tienen un sabor delicioso, un poquito más dulce, llenas de zumo,… se me hace la boca agua recordándola. Por su clima disfrutan de una amplia gama de frutas tropicales que no puedes dejar de probar.
La receta de hoy la he preparado con la piña que trajimos de allí, no traje cerveza de las Azores asique he utilizado una madrileña, que es la cerveza negra que encontré al ir a la compra, tengo que buscar porque seguro que hay alguna cerveza Alcarreña que no hemos descubierto ¿conocéis alguna?
Si como nosotros eres fan de los picnic este es tu destino, hay merenderos preparados por todas partes (llenos de gente local y algún turista despistado como nosotros), entre la arboleda que rodea a los lagos, otros con vistas al mar,… todas nuestras comidas han sido en ruta en alguno de estos preciosos parajes. Las cenas todas en la ciudad, Ponta delgada, dónde hay una amplia oferta gastronómica. La mejor opción es el pescado (es una isla) y disfrutar de sus quesos (toda la isla está lleeeeena de vacas pastando) pero los vegeta también tenemos opciones, ya sea porque incluyen opciones vegetarianas en sus menús o por la amplia variedad de ensaladas.
Antes de salir de viaje busqué algún vegetariano allí, mi sorpresa al ver que el único que hay, Rotas ilha verde, encabeza la lista de restaurantes en la isla en tripadvisor, les mandamos un email para conseguir hacer una reserva (lo advertían los usuarios de tripadvisor) porque es chiquitito y siempre está lleno y disfrutamos de él en dos ocasiones. Perdonad la calidad de las imágenes, están hechas con el móvil. El arroz que he preparado hoy está inspirado en uno que comimos allí, un delicioso risotto a la cerveza, distinto a este pero muy, muy rico! Si vais a la isla de Sao Miguel y tenéis oportunidad no lo dudéis, seáis o no vegetarianos, no solo por su cocina (preparada en el momento con producto local) sino por el equipo que forma este restaurante, te harán sentirte en casa.
No me enrollo más, os dejo con la receta :)
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Risotto vegano a la cerveza negra
Una taza y media de arroz
integral
1 cerveza negra
1 cebolla tierna
200 gramos de shiitake
1 litro de caldo vegetal
4 rodajas de piña fresca
Sal, pimienta y aceite de oliva
virgen extra
Elaboración:
Ponemos el arroz en remojo una
hora antes de cocinarlo. Picamos la cebolla muy menuda, picamos también las
setas (reservando algunas sin picar para saltearlas en el último minuto y
servirlas en el emplatado). Picamos la piña en cuadraditos de tamaño bocado.
En una cacerola ponemos un poco
de aceite de oliva, salteamos unos minutos la cebolla y añadimos las setas, salpimentamos,
doramos un par de minutos y ponemos el arroz escurrido. Nacaramos el arroz y vertemos
la cerveza (yo he utilizado toda pero con la mitad es suficiente), dejamos que
evapore el alcohol antes de ir añadiendo caldo. Como en cualquier otro risotto
añadiremos el caldo según se vaya evaporando, siempre caliente para no cortar
la cocción y removiendo para que suelte parte del almidón y engorde el caldo.
Al ser arroz integral la cocción será mínimo de 45 minutos, aunque dependerá de
cada marca. Antes de que esté listo probamos y ajustamos de sal y pimienta.
Si ves que no ha quedado cremoso
añade un par de cucharadas de aceite justo al final, con el fuego apagado, para
ganar en untuosidad. Deja reposar un minuto antes de servir. En ese tiempo
saltea la piña en una cucharada de aceite de oliva junto a las setas
reservadas. Serviremos la guarnición de piña y setas por encima del plato.
La cerveza le da un punto amargo
que la piña compensa, por su dulzor y su acidez
Que aproveche :)
Qué me gusta Portugal! no he estado en las Azores pero tengo ganas, su parte más tropical seguro que es igual de bonita. Y lo de la piña me hace gracia, hace un tiempo compré una mini piña que tenía un sabor espectacular, por supuesto es más cara que la piña grande pero valió la pena, lo que me asombra puesta en el risotto, tú si que sabes! Besos guapísima
ResponderEliminarEste tipo de piña es más caro, si, pero de vez en cuando merece la pena, es tan dulce y con tanto zumo, eso sí, la abres y se acaba en un momento :) en la receta es para compensar el amargor que aporta la cerveza ;) Un beso!!!!
EliminarHan ido aumentando mis ganas de ir a Azores y se me ha hecho la boca agua según iba leyendo y viendo las fotos. Ahora solamente me queda ir a prepararme algo de comer ¡lástima que hoy no pueda ser un plato de este rico risotto! Pronto caerá, gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias a ti por leerlo :)
EliminarCon lo que me gusta la cerveza negra jajaja, tiene que estar muy bueno, nunca había visto un rissotto con cerveza! Tiene pinta de ser un sitio muy hermoso, y cada vez hay más opciones vegetarianas en todas partes!! Y los quesos de las vacas en libertad, nada que ver, seguro que tan diferentes y tan buenos!!
ResponderEliminarY lo bien que sientan Mireia ;)
EliminarQué recetón, y qué forma de subir puestos en la lista de destinos pendientes han sufrido las Azores después de leer tu post!
ResponderEliminarJaja gracias guapa!
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