Tarta de tomate sencilla

Así la llama Simon Rimmer en el libro, pero llamarla así es quedarse corto, vamos que esto no es cocinar, es una receta apta para recién emancipados. Cuando la preparé no tenía muy claro cuál sería el resultado, pero hay que ver que rico puede estar algo tan sencillo.

El chef nos recomienda servirla acompañada de unas hojas de canónigos o rúcula aliñadas con vinagreta. En casa como somos fans del pesto genovés, en un momento cogí el mortero y aderecé la tarta, no le hace falta pero es que la albahaca va tan bien con el tomate que no pude resistirme.

Ingredientes:

Una lámina de hojaldre

Tomates cherry

Sal, pimienta y azúcar

Un puñado de albahaca

1 diente de ajo

Piñones

Aceite y queso parmesano

Elaboración:

Ponemos la lámina de hojaldre en la bandeja del horno sobre papel vegetal, marcamos el borde a unos dos centímetros por todo el perímetro de nuestra tarta, con un tenedor pinchamos la base para que no suba en el horno.

Cortamos los tomates cherry en rodajas del grosor de una moneda y los disponemos sobre el hojaldre, rociamos con un poco de aceite de oliva, salpimentamos y espolvoreamos una pizca de azúcar. Horneamos durante 25 minutos a 180⁰ o bien hasta que veamos que está dorada la masa.

En el mortero majamos el diente de ajo con un poco de sal, añadimos la albahaca picada y los piñones, machacamos y echamos un buen chorro de aceite de oliva. 

Servimos los platos con una porción de tarta acompañada de ensalada, ponemos en la mesa el pesto y el queso parmesano rallado para que se sirva el que así lo prefiera, lo dejo a vuestra elección.