Yogur casero y mermelada de moras

Hay recetas que me trasportan a la niñez ¿no os ocurre a vosotros? Una de ellas es el yogur, recuerdo a mi tía en la cocina de su casa de verano preparándolos, eso y sus deliciosas rosquillas umm, lo suyo sin lugar a dudas son los postres :)
Y hablando de recuerdos, hacía tantos años que no encontraba una zarza llena de moras que ni las recordaba, pero este verano han sido varias las ocasiones en las que nos hemos tropezado con ellas, en todas sus fases, mirad:

Son una buena excusa para pasar un día de campo ¿no os parece? y si no hay moras seguro que algún otro tesoro encontrareis, como el caracol de su color favorito que ahora vive en nuestra cocina ;P

Hace poco, a Lucía la extrañaba que no hubiera preparado yogur casero y, la verdad, estaba convencida de necesitar una yogurtera para ello, no podía estar más equivocada, el calor residual del horno, tras haber horneado un bizcocho de moras que os enseñaré en breve, es más que suficiente para preparar el yogur. 

Lo he preparado siguiendo las indicaciones de Lucía, solo con un yogur, un litro de leche y calor para activar los fermentos lácticos. Utilicé un yogurt griego porque era el único que tenía en ese momento pero cualquier yogur nos irá bien, también vegetales ¡claro! Al ser la primera vez que lo preparaba he hecho la receta clásica pero a partir de aquí toca experimentar. Una aclaración, si os gusta un poco más espeso bastará con añadir un poco de leche en polvo, mejor mirad el post de Lucía.

Y con las moras, una rica mermelada.

Yogur casero sin yogurtera

1 litro de leche

1 yogur

Elaboración:

Dejamos el yogur fuera de la nevera un rato, mientras calentamos la leche a 50°, para calcular la temperatura a ojo, no tengo termómetro, bastará con tocar la leche, cuando la notemos calentita, sin quemar, apagamos el fuego, mezclamos bien con el yogur y lo distribuimos en los vasos. Disponemos nuestros vasos en la bandeja del horno, los tapamos con un poco de film de cocina y sobre ellos ponemos un mantel o unos trapos de cocina para ayudar a que conserven el calor, introducimos nuestra bandeja en el horno toda la noche (unas 8 horas). Necesitamos que el horno tengo cerca de los 50°, para ello aprovechamos el calor residual después de haber horneado, hay que dejarlo que se enfríe un poco porque por encima de esta temperatura los fermentos lácticos mueren. Por la mañana sacamos los yogures del horno y los guardamos en la nevera, se pueden comer enseguida pero pasadas 24h quedan mucho mejor.

Mermelada de moras:

300 gr de moras

100 gr de panela o azúcar moreno

1/3 de limón (su zumo)

½ vaso de agua

Elaboración:

Lavamos las moras, habrá que recogerlas cuando estén bien maduras (esas que casi se caen de la zarza en cuanto las tocas). En un cazo ponemos las moras, el azúcar o panela y el zumo de limón, cocemos durante media hora, cuando veas que lo necesitas (a mitad de cocción) añade el agua, removemos para evitar que se pegue. Apagamos el fuego y pasamos por la batidora o por el pasapuré, si la queréis más fina, por los dos ;)