Galletas de avena con aroma de tiramisu

Hoy toca galletas, llevaba mucho sin prepararlas ¡dos meses sin galletas caseras! Para celebrarlo Abel se ha puesto su camiseta de Triki, cuanto me gustaba el monstruo de las galletas, aunque más que comer las desmoronaba, pero claro, no se le puede pedir más a un comegalletas de trapo ;P

Además las chicas de Memòriesd´una cuinera este mes nos ha propuesto galletas, buena excusa ¿verdad? y casi se acaba el mes sin haber preparado las mías. Me temo que hoy no vengo con una receta de las sanas porque aunque no he puesto mantequilla a las galletas he utilizado mascarpone que tiene aproximadamente la mitad de lípidos que la mantequilla pero no dejan de ser grasas poco saludables, vamos que no las podemos incluir en el desayuno diario pero de vez en cuando…

Cuando pensé en utilizar mascarpone en seguida me acordé de mi postre favorito, que por cierto llevo siglos sin comerlo, el tiramisú. Y por eso he aromatizado mis galletas con un poco de café, un poco de Amaretto y otro poco de cacao ¿Qué tal suena?

Galletas de avena al aroma de tiramisú

250 gr harina integral de avena

75 gr de panela o azúcar de caña

1 pizca de sal

1 cucharadita de café soluble (desfeinado si hay niños)

1 cucharadita de levadura química

145 gr de mascarpone

4 cucharadas soperas de amaretto

1 yema de huevo

Cacao en polvo

Elaboración

En un bol grande ponemos la harina, la panela, la sal, el café y la levadura, mezclamos. Incorporamos los ingredientes líquidos, el mascarpone, el huevo y el licor. Mezclamos bien, hay que ayudarse con las manos porque es una masa bastante seca, insistimos hasta que quede una masa homogénea, la ponemos en un plástico de cocina dándole forma de rulo y la guardamos en la nevera, en mi caso toda la noche.

Por la mañana, sacamos la masa para las galletas y vamos cortando rodajitas de ½ centímetro de grosor aproximadamente, las espolvoreamos con cacao en polvo y las horneamos durante 8 minutos (más o menos, mejor vigilar para que no se quemen) a 200°. Dejamos enfriar en una rejilla.

PD La próxima vez pondré el cacao cuando salgan del horno para evitar que se queme y para poder controlar mejor el punto de cocción.