Ñoquis de patata y garbanzo

No sé que tendrá el verano que invita a la pereza, a la pereza no… a la desconexión y esto me lleva a mirar el blog y pensar que poco ordenado lo tengo y que tengo que empezar a organizar los contenidos, que se van acumulando y quedando olvidados y pienso en agrupar las recetas y preparar un índice y en eso estoy… espero que no caiga en el olvido como me ocurrió el verano anterior…

De momento os dejo con la última receta fruto de la experimentación con las harinas, por aquello de variarlas y por reducir el gluten de nuestras dietas aunque solo sea para ir recuperando harinas menos manipuladas, la verdad me gusta ver cómo se comportan otras harinas aunque al final siempre tenga que recurrir al trigo, bueno no exactamente, a la espelta que se ha convertido en la harina estrella de mi despensa, integral y ecológica.

Ñoquis de patata y garbanzo (6 raciones)

4 patatas medianas (750 gr aprox.)

1 huevo (feliz)

3 tazas de harina de garbanzos (ecológica)

1 taza de harina de espelta (integral y ecológica)

1 cucharada sopera de aceite de oliva

Sal, pimienta y nuez moscada

Para acompañar, abundantes hojas de albahaca fresca, un diente de ajo, aceite de oliva y un fruto seco de tu gusto, nosotros cacahuetes.

 *Calculo que entre los dos tipos de harina utilicé 350 gr de harina aproximadamente.

Elaboración

Cocemos las patatas, enteras y con piel. Cuando estén listas, las dejamos templar y las pelamos, con ayuda de un tenedor las chafamos, incorporamos el huevo, el aceite, la sal, pimienta y nuez moscada, removemos bien y vamos incorporando la harina poco a poco. Mi intención era utilizar solo la de garbanzo pero no conseguía despegarme la masa de las manos por lo que terminé añadiendo la de espelta, si los preparáis con otro tipo de harina tendréis que ir calculando la harina necesaria para poder trabajar la masa pero sin pasarse para que no sean demasiado pesados al comerlos. Cuando hayamos conseguido una masa más o menos manejable la dejamos reposar en la nevera hasta la hora de la comida.

Una vez haya reposado, vamos cortando porciones, sobre la mesa (que habremos espolvoreado de harina) formamos churros y cortando nuestros ñoquis con un cuchillo mojado en agua (para que no se pegue la masa), los ponemos en agua hirviendo durante unos minutos, los cocemos en varias tandas para que no estén muy pegados entre ellos en la cacerola. Mientras preparamos una salsa que nos guste, nosotros salsa pesto para saborear la albahaca fresca que llena nuestras macetas.

Servimos recién hechos, con la salsa y queso parmesano, que cada uno se sirva a su gusto.

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