El tema central de Kireei magazine 5 es el sueño, soñar despierto. De eso entiendo, lo hago cada vez que Cris me pide que colabore para la revista. Y como siempre, el anuncio del nuevo número trae consigo una receta con la que acompañar la lectura. Un clásico de la cocina aligerado, como es costumbre en esta casa.
Para disfrutarla con calma preparé una receta de esas que te devuelven a la niñez, buscada y encontrada entre las notas de mi padre. El pasado sábado el aroma a anís y canela invadió mi casa. Por un instante me trasladé a otro tiempo, cuando soñar despierta era tan natural como respirar.
Cada número de Kireei tiene un hilo central que la une y da cohesión, algo que hace que cada uno de los que formamos parte de ella, con estilos y disciplinas diferentes aparezcamos ante vosotros como uno solo. Cris Camarena, Elena Ferro y Rocío Mejías son las magas que dan forma al sueño, porque más allá de la temática de este número, tener en mis manos la revista me da alas para seguir soñando.
Antes de dar paso a la receta deciros que me siento afortunada de contar con compañeros de la talla de Noemí Jariod, Megan Spelman, Álvaro Sanz, Begoña Romeu y Mónica Bedmar. Gracias mi querida hada madrina, mi querida Cris.
Rosquillas de anís sin fritura
2 huevos
5 cucharadas de sirope de agave
Ralladura de un limón
5 cucharadas de aceite de oliva, 5 de leche y de anís
1 cucharadita de levadura química
Harina de escanda integral, la que necesite
Para el almíbar:
½ vaso de anís
½ vaso de agua
2 cucharadas soperas de azúcar integral
Canela
Elaboración:
Separamos las yemas de las claras y montamos estas con las varillas. Unimos el sirope a la ralladura de limón para que vaya aromatizándolo. En un bol incorporamos las yemas, el sirope, el aceite, la leche y el anís. Incorporamos las claras y vamos poniendo poco a poco harina, queremos la consistencia de la masa de un bizcocho, aproximadamente taza y media. Por último añadimos la levadura y ponemos nuestra masa en una bolsa de congelados, cortamos un pico y vamos rellenando los moldes de rosquillas. Si las vais a hacer en el horno, las tendréis hasta que estén doradas a 180°. Yo he utilizado mi plancha para hacer donetes, es más cómodo.
Mientras se van haciendo las rosquillas vamos a preparar un almíbar ligero para darles un aroma más intenso. En un cazo ponemos el anís y dejamos hervir un par de minutos para que evapore el alcohol, incorporamos el agua, la canela en polvo y el azúcar (el mío lo tenía guardado con flores de lavanda y este sabor también se ha incorporado al almíbar, pero es opcional). Cuando el azúcar se haya disuelto rociaremos con el jugo resultante todavía caliente nuestras rosquillas. Si lo deseáis podéis espolvorear en ese momento con un poco más de azúcar y canela.
♥
Qué maravilla de receta y de fotos Heva! Y por supuesto enhorabuena por tu colaboración con Kireei una vez más. Ya me imagino que debe de ser como un sueño. Te lo mereces! :)
ResponderEliminarMe apunto lo del azúcar con flores de lavanda!
Un beso
Silvia
Que ricas y sin freír, estas sí que las voy a probar...gracias por la receta besos
ResponderEliminarLa magia fue lo que nos unió, y me encanta seguir soñando despierta contigo cada semana. Sube la cota de nieve!!!! ;) Muakssss
ResponderEliminarfantásticas heva !!!
ResponderEliminarComo nos gusta soñar, pero es vital para nosotras. Sigamos soñando y haciendo lo que nos gusta. La receta fantástica como siempre. Bss
ResponderEliminaresta receta buscaba yo, sabía que había al horno en vez de fritas...
ResponderEliminarhttp://blog.conideasyaloloco.com
www.conideasyaloloco.com
Ese olor!! ese olor a rosquillas me traslada tan lejos que casi lo tenía olvidado. Si, es cierto que hoy me has hecho soñar despierta... estas son más ligeras que las que hacía mi madre, pero creo que me lanzaré a recordarlas... Tus fotos, como siempre, pura inspiración.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantan tus rosquillas al horno... freírlas es una de las razones por las que nunca hago, pero así son ligeras y deliciosas...
ResponderEliminarComo me gustan las rosquillas! tú si que sabes! yo también tengo la rosquillera y está "encerrada" jajaja, con esta receta tendré que volverla a sacar y dedicarle más tiempo.
ResponderEliminarUn besito guapa, feliz semana!
Que ricas rosquillas y que bonitas fotos, me gustan mucho. un besote.
ResponderEliminarAaaag. Otra deliciosa tentación! Necesito más horas al día!!
ResponderEliminarGenial que no estén fritas porque soy enemiga de las frituras aunque a veces caiga alguna: patatas, croquetas o similiares, siempre que puedo lo evito, así que estas rosquillas me parecen fantásticas.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu colaboración en Kireei.
Besos
Como me apetece esta bandeja de rosquillas!
ResponderEliminarTOOODAS!
Es arte contemplar tus fotografias, y leerte.. poesía!
Hola, Heva,
ResponderEliminarvoy a probar tu receta, tienen una pinta estupenda; me pasa como a Ana Melm, no las hago por no freirlas, qué pereza... Pero las has hecho alguna vez sin el molde para donuts? Es que si la consistencia es de masa de bizcocho, me da que se me va a desparramar todo según lo ponga en la bandeja del horno :-S Gracias!
Hola Almu, si no le pones molde seguro que no mantienen la forma, tendrías que poner más harina para que tuviera consistencia, las que se frien son así, con más harina o simplemente utilizar cualquier otro molde de horno que tengas aunque no sean rosquillas, aaa si y dobla la cantidad de anés (el alcohol se evapora en el horno, no te preocupes) le dará más sabor.
EliminarUn besote!!!