Tortilla de patatas al horno {Sabores y recuerdos}

Llevo dos semanas aprendiendo escritura creativa con Mayte, la semana pasada nos pidió que nutriéramos nuestra memoria con aromas y sabores. Asociar recuerdos y gastronomía... Si me preguntases cual es mi plato favorito enseguida te diría “la tortilla de patatas de mi madre”.

Todos tenemos un plato que nos satisface más allá del paladar, que cuando te lo pones en la boca te reconforta, te relaja, te hace sentir en casa. Ese plato lleva un ingrediente secreto, tus emociones, por eso aunque repitas los pasos de ella, te tomes el mismo tiempo, nunca será igual, tu tortilla nunca podrá igualar la que ella te prepara.

Porque me sabe a gloria cuando la cocina no he querido hacer la suya, si no darle una vuelta y llevármela a mi terreno, con menos grasa, más ligera, aunque hoy tenga que reconocer que no se parece ni de lejos a la suya.

Tortilla de patatas al horno

Patatas, cebolla (yo he utilizado morada), huevos, aceite de oliva y sal.

Elaboración:

Con ayuda de la mandolina (o con el cuchillo si no tenemos) cortamos la patata en lonchas finas. Cortamos la cebolla en juliana. Ponemos un poco de aceite en una fuente para horno y vamos disponiendo las lonchas de patata, alternando con la cebolla picada. Espolvoreamos con un poco de sal y ponemos un chorrito de aceite por encima. Horneamos a 180º durante 40 minutos, para que no quede seca la patata taparemos al principio con papel de aluminio, a mitad de cocción destapamos. Una vez esté lista desmoldamos dando la vuelta al recipiente.

Podemos cuajar la tortilla en el horno aprovechando que está caliente, en ese caso no haría falta desmoldar la patata, simplemente incorporaríamos huevo batido y lo volveríamos a meter al horno hasta que cuajase. O bien podemos prepararla en la sartén, ponemos la mitad del huevo batido en ella, sobre este ponemos la patata, en cuanto esté cuajada, damos la vuelta sobre un plato, incorporamos el resto del huevo a la sartén y sobre él nuestra “casi tortilla” para cuajarla por el otro lado, de esta manera obtendremos una tortilla rellena de patatas al horno.

Notas: Al cocinar tapada la patata y la cebolla se mantiene jugosa pero queda más dulce que cocinada de manera tradicional (frita), seguiré probando aunque tenga la certeza de que nunca se parecerá a la de ella =)

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