Calabaza con tomates al jengibre y yogurt de lima {Ottolenghi}

Me gusta crear mis propias recetas pero para ello es imprescindible alimentarse de otras cocinas. Un chef que me gusta mucho es Ottolenghi, aunque no es vegetariano, su tratamiento de las verduras me encanta, les da mucho sabor, el equilibrio de frescor con un punto picante por las especias de sus recetas, el contraste de texturas... Vaya que me gusta su cocina.

Tengo varios de sus libros anteriores y aunque no suelo hacer sus recetas tal cual sí que me gusta sacar ideas para preparar las mías. Este mes ha publicado su nuevo libro, con recetas del restaurante Nopi. Están adaptadas para que las podamos cocinar en casa y la verdad, me ha gustado tanto que he preparado una de ellas, casi textual, solo algún pequeño cambio para adaptar algún ingredientes a mi despensa. El resultado ¡fantástico!

No digo más, te dejo con la receta :)

Calabaza con tomate al jengibre y yogurt de limón

½ calabaza (tipo cacahuete)

6 tomates pequeños

1 yogurt natural sin azúcar (puede ser de soja, vaca o cabra, según sea tu dieta)

1 limón ecológico (usaremos la piel)

Aceite de oliva virgen extra, 2 dientes de ajo, 3 cm de jengibre fresco, pimienta negra, cardamomo, guindilla o chile, sal y sirope de arce o azúcar integral.

Anacardos y cebolla frita (crujiente, opcional)

Elaboración:

Precalentamos el horno a 220° mientras preparamos la calabaza. Retiramos las semillas, cortamos en lonchas de 1,5 cm de grosor (más o menos) y pelamos. Ponemos la calabaza en una fuente de horno y regamos con un poco de aceite de oliva, una pizca de sal y pimienta negra recién molida. Horneamos durante 40 minutos o hasta que veamos que está dorada.

Mientras se hace preparamos los tomates, yo he utilizado del tipo de colgar, no muy grandes pero puede usar los que más te gusten. Dependiendo del tamaño necesitarán más o menos tiempo de cocción después. Los cortamos por la mitad y de nuevo para que sean cuartos, retiramos el agua y las semillas. Los vamos disponiendo sobre una fuente de horno con la piel hacia abajo. Rociamos con un poquitín de aceite de oliva y una pizca de sal.

Cuando esté lista la calabaza la sacamos del horno y reservamos. Bajamos el horno a 150-170° si pones el aire al horno mejor a 150. Ponemos la fuente de tomates a hornear durante 1 hora.

Preparamos un aliño para los tomates mezclando los dos dientes de ajo picados con el prensador de ajos, para que queden menudos. Con el mismo utensilio le saco el jugo al jengibre, puedes picarlo si te gusta su pulpa, lo añadimos al ajo junto con un poco de guindilla (o chile) picada, molida o en puré (yo suelo utilizar puré de guindilla). Ponemos una cucharadita de sirope de arce (puedes poner otro endulzante, él utiliza azúcar), un poco de pimienta molida y una cucharadita de aceite de oliva. Mezclamos bien.

Cuando veamos que empiezan a estar dorados los tomates los sacamos del horno, los untamos con el majado que acabamos de preparar y de vuelta al horno otra media hora. Más tiempo si son más grandes. Ottolengui recomienda 80 minutos + 40, a mi me bastaron 60+30, lo verás porque si te pasas se queman las puntas de los tomates, cuando estén asados y dorados los sacas del horno.

Por otra parte mezclamos el yogurt con la ralladura del limón, el zumo de ½ limón y un poco de cardamomo, las semillas molidas de una vaina serán suficiente. Mezclamos bien.

Montamos el plato poniendo en la base la calabaza asada, sobre esta los tomates al jengibre. Salpicamos con unos anacardos (yo he usado cacahuetes) tostados y picados, un poco de cebolla frita (opcional) y unas hojitas de cilantro picado (puede ser perejil). Por último regamos con la salsa de yogurt y limón.

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