Una fotografía, una historia que contar {Apuntes de fotografía}

Esta es una de esas fotografías que hago para mi, sin ninguna intención, solo porque quiero capturar el momento, pero que no tienen una receta detrás, sí, ya sé lo que estás pensando, es un pan ¿Cómo no vas a tener una receta? Sencillo, no todo lo que cocinas lo publicas ¿verdad?

Detrás de una fotografía tiene que haber una historia, la mayoría de las veces estás más preocupada en hacer una foto bonita que en contar algo con ella cuando debería ser al revés, lo primero es la intención, lo que quieres contar y después viene el resto. Al principio te puede costar trasmitir pero con la práctica sale solo.

Mi foto de hoy, es una de las pruebas de pan casero que estoy haciendo últimamente, pero ¿qué nos cuenta? mis sensaciones en ese momento, una combinación de satisfacción y tensión contenida a la espera de que se enfríe y probar el resultado de mi trabajo. Quizás tu quieras trasmitir el orgullo que te produce haber sido capaz de terminar una manta de crochet sin haber tirado la toalla (tardé todo un año en hacer la mía) o la sensación de paz que tienes al ver a tu bebe durmiendo.

Además del protagonistas de mi foto, el pan, me he servido de dos elementos para contar mi historia, por una parte el uso de la madera para reflejar mi amor por  lo natural, lo hecho a mano, sin prisas. Por otra la ventana abierta, porque estoy impaciente porque se enfríe y probarlo. Este segundo elemento nos cuenta otra cosa más, la estación del año en la que estamos (cuando vives en el campo es algo que tienes muy presente), esa ventana estaría cerrada si fuese invierno.

En mis talleres suelo hacer algún ejercicio con la única finalidad de contar una historia. Puede que no te interese la fotografía culinaria y simplemente quieras aprender a contar historias sobre una mesa, este también es tu taller =)